Bibliografía : p.203-205.

son los dos conceptos esenciales de esta obra ineludible para comprender el vínculo entre el hombre, la naturaleza y lo divino desde el contexto de las tradiciones arcaicas de sabiduría. Son asimismo las palabras conductoras de un pensamiento que intenta abrirse paso a través de las interpretaciones habituales de los fenómenos religiosos arcaicos para alcanzar una interpretación más originaria de los mismos. Pensar la presencia de la divinidad en su posibilidad, el acontecer de su presencia como drama y la esencia del hombre desde la posibilidad del drama: tal es el problema planteado. Apartándose tanto de las posiciones antropocéntricas de la ciencia de las religiones como de los afanes prometeicos de la filosofía contemporánea, y recogiendo a la vez el legado del último Heidegger, esta obra nos invita a reconquistar nuestra mirada para el mundo y desde el mundo en cuanto lugar crítico de la historia que envía al hombre, desde la experiencia del estado de abandono y el enmudecer de la palabra en el silencio, hacia la decisiva posibilidad de enfrentarse una vez más a la potencia