El nivel de conciencia que actualmente se vive aquí contiene demasiada tontería, demasiada ilusión; hemos invertido mucho tiempo separándonos, jugando a los extremos, la dualidad y la ignoracia (olvido de Dios). Han sido nuestros platos favoritos, realmente nos hemos alejado demasiado de Dios.
Es hora de retomar el mando de nuestra auténtica vida. Lo que pretendo con este escrito es aportar un grano de arena más a la expansión de la conciencia, necesitamos subir un nivel en la escuela de la vida. La maestría que estamos realizando nos está invitando a todos a transformar desde el corazón nuestra vida.
Es urgente iniciar una limpieza de nuestra mente y nuestro corazón. Es urgente amarnos. Es urgente que te ames. Es cardinal despertar nuestra divinidad, es necesario dirigirnos a Dios; nuestra prioridad es la luz, el amor.