Emprendedores /
Gustavo Villalobos Ordáz, Samuel Carman Avedaño y Leobardo Arriaga Segundo.
- México, D.F. : Limusa, 2011.
- 188 p. ; 23 cm.
Henry Ford.- Serás un buen empresario?.- Tienes madera de empresario?.- Para emprender un negocio.- Para hacerse millonario.- Usemos nuestra energía vital.- Fomenta tu creatividad.- No temas fracasar.- Triunfar contra viento y marea.- Sé dueño de tu destino.- Sentido común para triunfar.- Intuición creativa.- Cachorros de libre empresa.- Para triunfar antes de los cuarenta.- Por qué fracasamos.- No dejes para mañana.- Creatividad y tenacidad.- Haz caso de tu intuición.- Cómo usar al máximo tus talentos.- Ocurrencias geniales.- Para manejar bien una empresa.- Incrementa tus utilidades.- Se le ofrece algo?.- Sé entusiasta.- Piensa positivo para sentirte mejor.- El poder de la mente.- Arriba ese ánimo.- Afronta los reveses.- Ayúdate a tener suerte.- Del pesimismo al optimismo.- Los autos japoneses.- Espíritu de empresa.- Un mensaje que adoptó Japón.- Historia de un hombre rico.- Deja de preocuparte más.-
En este libro se reseña muchas historias y anécdotas verídicas de personas que, a pesar de innumerables limitaciones y vicisitudes, lograron destacar gracias a su tenacidad y a la fe con que emprendieron sus proyectos y acometieron la realización de sus sueños. De manera sencilla se ilustra una cualidad común a todos los hombres: la capacidad para modificarse a sí mismos echando mano de la voluntad y la fe, y esto no hace referencia nicamente al triunfo material; cuando se tiene fe, también se logra la confianza en sí mismo, disciplina en el logro de los objetivos y un carácter a toda prueba.
En este libro se reseña muchas historias y anécdotas verídicas de personas que, a pesar de innumerables limitaciones y vicisitudes, lograron destacar gracias a su tenacidad y a la fe con que emprendieron sus proyectos y acometieron la realización de sus sueños. De manera sencilla se ilustra una cualidad común a todos los hombres: la capacidad para modificarse a sí mismos echando mano de la voluntad y la fe, y esto no hace referencia nicamente al triunfo material; cuando se tiene fe, también se logra la confianza en sí mismo, disciplina en el logro de los objetivos y un carácter a toda prueba.