Se sustenta en tres enfoques: Derechos Humanos, territorial y poblacional. Con el primero se garantiza que el ser humano será atendido por el gobierno en tanto es sujeto de derechos, es decir se cumple una función esencial de Estado; con el segundo enfoque se vislumbra un gobierno planificado que diferencia las particularidades del territorio metense el cual se caracteriza por tener marcadas diferencias en lo social, ambiental, cultural y económico; y, con el tercero, la población es tratada no como una masa homogénea y estética, sino como actores fundamentales de la vida departamental que tienen sus propias necesidades definidas por su raza, género, edad, actividad y